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lunes, 16 de septiembre de 2013

Conservando lo Nuestro. Judas

Muchas personas le piden a Dios que les de mucha prosperidad pensando que prosperidad es tan solo abundancia de dinero, muchos creen que prosperidad es lo mismo que riqueza.
La prosperidad de Dios nos das es la que nos permite vivir bien con lo que tenemos, disfrutar lo que tenemos sea mucho o sea poco. José era un esclavo no tenía ninguna propiedad, pero puesto que vivía bien en su condición de esclavo para Dios era alguien prospero. Génesis 39: 2 “Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero; y estaba en la casa de su amo el egipcio
José aun estando en la cárcel continuaba siendo un hombre prospero. Génesis 39: 20-21 “Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel.  39:21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel
Pablo era un hombre prospero el sabia vivir bien en abundancia o en escases. Filipenses 4: 12 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad
Jesucristo quiere que nosotros seamos prosperados en todo, en especial en nuestra alma, es decir en nuestras emociones. 3 Juan: 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma
Ser prósperos en el alma es vivir bien emocionalmente, saberse controlarse así mismo. No dejar que sus emociones lo dobleguen. Una persona prospera no cambia su actitud de acuerdo a las circunstancias que este viviendo.
Para Dios es más importante la persona que puede dominarse así mismo que aquel que puede dominar una ciudad. Proverbios 16: 32 “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte;  Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad
Una persona prospera en todo es capaz de andar siempre por el camino de la verdad. 3 Juan: 3-4 “Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.  1:4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.
Una persona prospera no es egoísta, La prosperidad nos hace buenos siervos de Dios. Una persona prospera en su alma es una persona servicial. V 5-6 “Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,
1:6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
La prosperidad en nuestra alma la adquirimos a medida que imitamos lo bueno, en este mundo y aun al interior de las iglesias podemos ver buenos y malos ejemplos tu decides que imitar. V 11 “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios
La verdadera prosperidad la da Dios a través de su palabra. Josué 1: 8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
El crecimiento de un cristiano tiene que ser integral. Debemos prosperar en nuestro cuerpo pero también debemos prosperar en nuestra alma.




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